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  • Cristina Hernández. D-N

La alimentación en el embarazo. Nutrición y salud materna.


La influencia materna tiene una gran trascendencia en la futura salud de su descendencia, ya que en esta etapa de gestación intervienen cantidad de factores maternos. Pues, se ha visto que el peso de nacimiento de la madre, la composición corporal de la misma, su estado nutricional preconcepcional, el índice de masa corporal (IMC) y la nutrición en las etapas iniciales del embarazo influyen en el peso del feto al nacer, así como también en su estructura, composición corporal y procesos metabólicos.

En la entrada de hoy me centraré en la importancia de la nutrición en el desarrollo fetal. De modo que me gustaría comenzar hablando de un órgano fundamental; la Placenta.

La placenta es el órgano de gestión, se encarga de controlar y seleccionar la transferencia de sustancias en el intercambio materno-fetal. Este órgano junto a otros como el hígado, los huesos y músculo de la madre almacenan o aumentan la concentración de diversos nutrientes durante el primer trimestre del embarazo con el fin de ser liberados y aportados al feto en la última fase gestacional.

INGESTAS RECOMENDADAS EN LA GESTACIÓN

La gestación es una situación fisiológica que demanda una relevante cantidad adicional de nutrientes. Independientemente de existir ajustes digestivos y metabólicos que permiten una mayor utilización de nutrientes es necesario el consumo de:

Proteínas

Se recomienda un aumento de 15 gramos de proteína al día sobre la cantidad diaria recomendada en situación no gestante. No obstante, generalmente la ingesta real de proteína supera a las recomendadas, lo que hace que casi nunca existan problemas de desnutrición proteica. Tan sólo en algunos casos como ocurre en mujeres con dietas bajas en calorías o en determinadas dietas vegetarianas con gran proporción de proteínas de baja calidad.

Por el contrario, ingestas proteicas que representan un 20% de las calorías totales, son asociadas a un mayor riesgo de prematuridad y mortalidad neonatal, de modo que hay que cuidar el exceso proteico.

Vitaminas

Hay un aumento generalizado de las demandas vitamínicas en mayor o menor grado.

-Vitamina A: necesaria para el crecimiento, diferenciación celular y normal desarrollo fetal. La encontramos en forma de retinol en la materia grasa de los alimentos de origen animal como carnes, hígado de pescado, hígado de ternera, cordero o cerdo, yema del huevo, leche, mantequilla y margarinas enriquecidas, constituyendo los aceites de hígado de pescado las fuentes naturales más ricas en Vitamina A. Por su parte, los carotenoides también están presentes en las zanahorias, tomates, calabazas, espinacas y albaricoques. No obstante, un abuso en el consumo de esta vitamina puede ser perjudicial para la salud del feto, pudiendo causar hasta malformación congénita.

-Vitamina C: debe aumentarse en 10 mg/ día para evitar pérdidas del pool corporal materno durante la gestación. Presente en las frutas ( naranjas, mandarinas... entre otras).

-Folato: el elevado crecimiento que conlleva el desarrollo fetal exige un gran suplemento de esta vitamina para la síntesis de ADN. La ingesta diaria recomendada es de 600 mg/día, y su aporte debe realizarse correctamente incluso antes de la concepción (8-10 semanas antes). Las principales fuentes de folato son las verduras y hortalizas.

-Vitamina B12: Se recomienda una cantidad suplementaria de 0.2 mg/día. La riqueza de esta vitamina destaca en las carnes (solomillo, lomo, conejo, pollo) y pescados (salmón ,sardina, atún, lenguado y merluza)

Minerales

-Calcio: se debe incrementar el consumo de la leche y los productos lácteos a un consumo de tres raciones/día.

-Magnesio: presente en la levadura de cerveza, chocolate en polvo, los frutos secos (nueces), legumbres (garbanzos), cereales, frutas, verduras y hortalizas (patatas y espinacas).

-Hierro: el mineral que exige mayores requerimientos durante la gestación. Siendo la cantidad diaria recomendada extra de 9 mg/día en esta etapa, alcanzando así una ingesta diaria recomendada de 27 mg. Presente en carnes(carne magra, jamón serrano) , pescados y mariscos, huevos, lácteos, legumbres (lentejas, garbanzos), cereales, verduras y hortalizas ( tomate, patata, acelga y espinaca) y frutas en menor medida ( plátano, fresas, naranjas)

-Cinc: presente en crustáceos, moluscos, carnes rojas y leguminosas.

-Yodo: la deficiencia en yodo puede ocasionar hipotiroidismo en mujeres gestantes, lo cual puede conducir a abortos, cretinismo, mortalidad neonatal o afectación mental. Por ello, es muy importante un aporte extra de 3 mg/día de Yodo a la IDR de la mujer no gestante.

El yodo lo encontramos en la sal de mesa yodada, en los pescados, carnes, huevos y verduras.

En próximas entradas hablaré de otras particularidades de esta etapa, así como también de la lactancia,

Espero que haya sido de vuestro interés.

Futuras mamás...¡su salud depende de ti!

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